Mientras languidecen tras nueve años sin uso, las instalaciones de la antigua terminal del aeropuerto de Lavacolla ve ante si una oportunidad única de salir de su letargo acogiendo un centro de vacunación masiva contra el Coronavirus en Galicia. Un edificio de 19.000 metros cuadrados sin ningún tipo de uso y con un aparcamiento al aire libre con más de 2.500 plazas disponibles que podrían servir de plataforma para administrar la vacuna a la población gallega.
El sector aéreo está en pleno proceso de reinvención ante la necesidad, sobre todo, de un transporte rápido y con todas las medidas de seguridad para las dosis de las vacunas contra el Coronavirus. Han sido numerosas las aerolíneas que durante la pandemia han readaptado sus aviones de pasajeros a aviones de carga para el transporte de material sanitario, pero ahora se suma el condicionante de aislamiento y cadena de frío para el transporte y que supone un giro de tuerca al tema.
El aeropuerto de Santiago de Compostela es el único de Galicia habilitado para recibir los vuelos de carga con mercancías perecederas por lo que una vez lleguen a sus instalaciones, habría dos opciones: transporte por carretera en camiones especialmente adaptados en cadena de frío o conservación directamente en el propio aeropuerto en la antigua terminal tras una pequeña adaptación y con el consiguiente ahorro de costes.
¿Qué función tendría la antigua terminal de Lavacolla?
Con una terminal de carga de Lavacolla creciendo a doble dígito en su volumen de mercancías en plena pandemia, la antigua terminal del aeropuerto compostelano emerge como una alternativa seria para readaptación para que sea en ella donde se almacenen las dosis de las vacunas una vez lleguen por vía aérea a Santiago de Compostela.
Hay que recordar que la terminal de carga del aeropuerto de Lavacolla cuenta con control fitosanitario – el único que hay en un aeropuerto de Galicia – y por tanto el único control habilitado para la conservación de mercancías perecederas y que precisan de unas determinadas temperaturas de conservación. Normalmente se conservan en este control fitosanitario mercancías como flores, marisco o incluso cadáveres antes de su repatriación por vía aérea. Pues bien, lo que se plantearía es una ampliación de este control fitosanitario ya existente pero trasladándolo a la antigua terminal aprovechando así su potencial.
Las comunidades autónomas serán las encargadas de diseñar en colaboración con el Gobierno de España la distribución de las vacunas entre la población y urge no aplicar mayor presión en el sistema sanitario como centros de salud y hospitales donde se prevé vacunar a los casi tres millones de habitantes que hay en Galicia. Es por ello que ésta propuesta serviría para aliviar esa carga de trabajo realizándolo en esta antigua terminal y su propio aparcamiento.
Esta terminal, anteriormente de pasajeros, podría adaptarse sin problemas como centro logístico y de carga con una mínima inversión y que quedaría ya como futura terminal de carga una vez finalizado el proceso de vacunación y pandemia. Una apuesta seria por las mercancías en Galicia con una infraestructura que busca su salida y que tiene ante si la posibilidad/oportunidad de su vida.
Más de 2.5000 plazas de aparcamiento para vacunación masiva.-
Si hay algo a lo que también se podría sacar rendimiento es al antiguo aparcamiento y es que son más de 2.500 plazas de aparcamiento al aire libre – y por tanto libre de contagios – justo enfrente de la antigua terminal y a su vez comunicado por vía terrestre con la autovía A-54 y a su vez con la Autopista del Atlántico AP-9. Todo esto lo hace idóneo como instalación de vacunación masiva de la población – por lo menos de la que reside en el eje atlántico – y que podría llevarse a cabo con una logística similar a las pruebas de auto-covid.
El ciudadano podría llegar con su coche, entrar en el aparcamiento – donde se podría instalar varias carpas de vacunación -, ponerse la vacuna contra el Coronavirus sin bajarse del vehículo y a continuación salir por otro de los viales con destino a su domicilio. Todo ello si se opta por realizarlo en el propio aparcamiento ya que puestos a darle vida a la antigua terminal, se podría llevar a cabo también en su interior este proceso de vacunación ya que el edificio cuenta con 19.000 metros cuadrados y dos plantas totalmente diáfanas.
Alemania ya ha anunciado que su vacunación masiva a la población se llevará precisamente en terminales de aeropuerto sin uso y recintos feriales. En el caso de Berlín ha seleccionado los aeropuertos de Tegel y Tempelhof que recientemente han cerrado al tráfico aéreo y que destinarán sus instalaciones a la vacunación masiva de la población. ¿Veremos pronto la antigua terminal de Lavacolla con este mismo fin?
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