El 12 de octubre de 2011 se ponía fin a un pedacito de historia de Santiago de Compostela. Ese día embarcaban los últimos pasajeros que utilizarían la que ahora es conocida como antigua o vieja terminal. Desde entonces, las instalaciones han permanecido cerradas al público hasta la actualidad y solo con un mantenimiento mínimo periódico por parte de Aena. El resultado es claro: una terminal que lleva 9 años abandonada.
Con 19.000 metros cuadrados, las antiguas instalaciones del aeropuerto de Lavacolla languidecen a la espera de una propuesta en firme y viable sobre la mesa. En su día se hicieron públicas algunas proposiciones que se plantearon como convertirlo en un recinto ferial o un outlet, un centro comercial, un centro de exposiciones, un albergue para peregrinos u hotel por su cercanía a la nueva terminal y al Camino de Santiago, etc. Todas estas ideas pronto se convirtieron en papel mojado.
¿Qué hacer con ésta terminal?
Entre uno de los requisitos para la explotación de esta infraestructura figura la clausula evidente de que el futuro uso que se den a las instalaciones no deben interferir en el normal desarrollo de la actividad aeroportuaria. Esto quiere decir que el uso más evidente que se podría dar a esta terminal sería para usos relacionados con la aviación. Es ahí donde solo una propuesta tuvo cierto recorrido cuando se hizo pública: un centro de formación aeronáutica o de mantenimiento de aeronaves.
Bien es cierto que se planteó destinar las instalaciones a compañías de bajo coste pero con una nueva terminal a escasos metros y con capacidad para 4.500.000 pasajeros, la idea se hizo inviable ya que son precisamente este tipo de aerolíneas las que mueven el grueso de pasajeros en la capital gallega. La única opción que a día de hoy parece más viable sería readaptarla para el tráfico de mercancías, un sector en auge en los últimos años en las instalaciones compostelanas y todavía más este 2020 donde está creciendo mes tras mes pese a la pandemia del Coronavirus.
Una terminal que lleva 9 años abandonada
Miles y miles de historias personales se han vivido en unas instalaciones que han vivido grandes momentos para la historia de la ciudad y de Galicia. Fue el primer aeropuerto gallego con vuelos internacionales, la terminal de la emigración con vuelos a Buenos Aires, Caracas, La Habana o New York, la terminal que recibió en dos ocasiones a Juan Pablo II, varios Jefes de Estado, actores, cantantes y millones de pasajeros a lo largo de su historia y sucesivas ampliaciones.
En la actualidad el estado que presentan las instalaciones son de un abandono absoluto con flora y fauna campando a sus anchas y numerosos desperfectos causados por la meteorología. Del típico color verde que lucían los aeropuertos españoles, ya poco queda. La maleza se ha hecho fuerte y crecido hasta niveles asombrosos creando auténticos jardines verticales de silvas/zarzas que ya superan los 2 metros de altura, el óxido es el amo y señor en la zona del antiguo aparcamiento donde aparte de basura en descomposición hay vehículos siniestrados.
Cristales rotos y papeleras a rebosar son una constante en el exterior de la antigua terminal del aeropuerto de Santiago de Compostela. Con éste escenario es normal que todo tipo de roedores estén presentes en el antiguo aparcamiento de la instalación, igual que sucede en el interior del inmueble de donde emanan ruidos típicos de peleas de gatos.
Intentar acceder al piso superior del aparcamiento es una odisea, ya no porque el ascensor está fuera de servicio como es natural, si no porque la maleza cubre de tal forma la escalera que lo convierte en deporte de riesgo, toda vez que al otro lado de dicha escalera, la madre naturaleza ha creado un jardín vertical tan denso que apenas es atravesado por la luz del día.
Es lamentable el ver como ni son capaces de buscarle una mera solución a un edificio. Y aquí estamos a la espera de que pase el COVID y subvencionar verbenas u otros gastos varios.
Ahora bien cero o nulo planteamiento industrial para la ciudad o u área de influencia.
ciertamente es muy triste ver el estado en que está una infraestructura como ésta y me temo que va camino de convertirse en otro esqueleto como el antiguo hospital.
Tengo otro vídeo en edición (aún) hablando precisamente de ésto, de los posibles usos futuros que se le podrían dar a esta antigua terminal con una minima inversión teniendo en cuenta los tiempos que corren