La maniobra de aterrizaje y despegue de un avión son los momentos más críticos a los que es sometida una aeronave a diario. Fue precisamente durante la aproximación final al aeropuerto de Santiago de Compostela – ayer domingo – cuando una bandada de aves cruzó la trayectoria que llevaba el vuelo EZS1337 de la compañía EasyJet procedente de Ginebra en torno a las nueve de la mañana.
Pese a la pericia de la tripulación, una de las aves impactó contra el fuselaje del Airbus A320 de la compañía de bajo coste provocando importantes daños que obligaron a llevar a cabo procedimientos de seguridad y revisión exhaustiva del aparato estacionándolo en la plataforma de la antigua terminal de pasajeros para no interferir en la actividad del aeropuerto mientras es revisado por personal especializado de mantenimiento.
Este incidente obligó a posponer la salida del vuelo posterior EZS1338 entre Santiago de Compostela y Ginebra que estaba previsto para las 09:30 horas. La aerolínea EasyJet informó a sus pasajeros en la terminal de Lavacolla de lo ocurrido y procedió a la entrega de bonos refrigerio en compensación por el retraso del vuelo a la ciudad suiza.
EasyJet ofreció como alternativa a los afectados, volar de la capital gallega a Ginebra en un vuelo especial que la compañía programó para ello con una aeronave que envió en vuelo posicional desde el parisino aeropuerto de Charles de Gaulle bajo el código de vuelo EZS9015. Esto permitió a los afectados despegar desde Santiago de Compostela a las 14:13 horas rumbo a Ginebra mientras el avión que sufrió el impacto del ave permanece en las instalaciones aeroportuarias de Lavacolla mientras es revisado por los técnicos de mantenimiento.
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