La llegada de la borrasca Ana a Galicia no ha defraudado las previsiones y se ha dejado sentir con fuerza en todo el territorio con rachas de viento de hasta 150 km/hora complicando especialmente las comunicaciones, las aéreas entre ellas. Desde primera hora de la mañana se han visto afectados varios vuelos en el aeropuerto de Vigo que tuvieron que regresar a Madrid por las fuertes rachas de viento. Posteriormente, conforme avanzaba la mañana, el aeropuerto de Santiago de Compostela se convirtió en el refugio de las aeronaves que veían frustados sus intentos de aterrizaje en Vigo.
Los pasajeros desviados al aeropuerto de capital gallega fueron trasladados posteriormente por carretera hacia el aeropuerto de Vigo al igual que los que aguardaban en Peinador que tuvieron que viajar por carretera hasta Lavacolla para posteriormente emprender el vuelo.
Además, la terminal compostelana sufrió también el azote de los fuertes vientos que complicaron las aproximaciones de las aeronaves a sus instalaciones y un vuelo de la compañía Vueling procedente de Málaga decidió abortar la aproximación para regresar al aeropuerto del que había despegado inicialmente. Esto acarreó un problema añadido y es que dicho avión era el que la compañía tenía basado en Santiago y posteriormente debía partir rumbo a Palma de Mallorca. Debido a ser desviado a Málaga, la compañía se vio forzada a cancelar el vuelo Santiago-Mallorca y el trayecto inverso. Unas cancelaciones a las que se sumaron las que la propia Vueling decidió, por seguridad, en todos sus vuelos de última hora del día entre Barcelona y los aeropuertos gallegos – A Coruña, Santiago y Vigo -.