La terminal de carga del aeropuerto de Santiago de Compostela se abre paso con fuerza de nuevo entre las terminales españolas. Si bien es cierto que aún está lejos de sus años dorados, la terminal de carga de Lavacolla está viviendo su momento más dulce con unas cifras que la están llevando mes tras mes a registrar crecimientos mensuales de doble dígito porcentual y situarse como la 13 terminal de carga por importancia de toda España.
Entre el 1 de Enero y el 31 de Octubre se gestionaron en la terminal compostelana un total de 2.201 toneladas de mercancías, una cifra que supone un incremento del 20,4% en relación al mismo periodo del año anterior. Un crecimiento que viene ya sobre otro ya que el pasado 2016 se saldó también con una tónica positiva que le permitió cerrar el año aumentando su volumen de mercancías en un 10% sobre el año anterior, el 2015, y éste a su vez había crecido un 8% sobre el 2014. ¿Estamos ante un cambio de tendencia para la terminal compostelana?
Aquellos años en que por las instalaciones del aeropuerto de Santiago pasaban grandes aeronaves de carga y que llevaron a la terminal a mover más de 5.000 toneladas de mercancías anualmente. Era el año 2.000 y todo parecía ir sobre ruedas pero pronto comenzó a truncarse tras varias decisiones empresariales que aunque ajenas a la ciudad y aeropuerto, afectaron a la instalación. DHL centralizaría toda su operativa española en el aeropuerto de Vitoria y el grupo Inditex, por su parte, en Zaragoza. Eso supuso para Lavacolla un antes y un después que la llevó a perder paulatinamente carga de trabajo año tras año hasta que tocó fondo en 2011 cuando se cerró la instalación por completo.
A partir de 2012, la terminal iba recuperando poco a poco la normalidad – aunque con una carga de trabajo mínima – pero ya en 2013 comenzaría la remontada con un incremento anual del 6% sobre el año anterior y desde entonces no ha cesado en su crecimiento anual hasta la actualidad. Si bien es cierto que todavía queda mucho camino por recorrer, las decisiones de empresas como DHL de apostar por Santiago – el año pasado incrementó la capacidad del avión que tiene basado en el aeropuerto para transporte de carga -, la llegada de aerolíneas que admiten transporte de mercancías en sus bodegas, etc, perfilan un horizonte optimista.
Durante el presente 2017, se han distribuido mercancías por diversos países de la geografía europea aunque el aeropuerto vasco de Vitoria es el que concentra la mayor parte de las mercancías que llegan o salen de Lavacolla. Le seguiría, ya a gran distancia, Madrid y eso es posible gracias a Iberia Express y la posibilidad de transportar mercancías – de pequeño volumen – en sus bodegas aprovechando los vuelos diarios que ofrece en Santiago. Lo mismo sucede con Vueling en sus rutas desde/hacia Santiago en donde también transporta diversas mercancías. La principal novedad este año ha sido Lufthansa que ha permitido enviar mercancías a Múnich y Frankfurt gracias a sus dos rutas directas que inauguraba este mismo año.
En cuanto a volumen de mercancías en los aeropuertos gallegos, Lavacolla acapara el 75% de la actividad seguido de Peinador con un 20% y cerraría A Coruña con un 5% de la actividad. La principal explicación de esta descompensación tan grande estaría en las instalaciones que tiene la terminal de carga de Santiago que cuentan con servicio fitosanitario y que permiten el envío y recepción de alimentos, flores, restos humanos, etc.
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