Ryanair mantendrá intacto el número de aviones basados en el aeropuerto de Santiago de Compostela. Tras una revisión y ajuste de capacidad prevista para la próxima temporada de invierno, la low cost irlandesa ha optado por mantener las dos aeronaves que actualmente tiene basadas en la capital gallega. Una decisión importante a nivel logístico ya que permitirá a la compañía una mayor flexibilidad y margen de respuesta ante cualquier eventualidad con alguno de los dos aparatos.
La base de operaciones de Ryanair fue reforzada este verano con un segundo Boeing 737-800 que le sirvió a la aerolínea para abrir rutas directas a Roma y Zaragoza y recuperar los enlaces con Gran Canaria, Lanzarote y Tenerife Sur. Si bien la situación originada por el Coronavirus obligó a la aerolínea a reducir drásticamente el número de vuelos que ofrecía en toda su red de destinos, mantuvo los dos aviones aunque con una operativa al 50%.
Para la temporada de invierno – que arranca a finales del mes de octubre -, Ryanair ha tenido también que ajustar severamente su capacidad y reducir el número de frecuencias semanales a lo largo y ancho de Europa y el aeropuerto de Santiago de Compostela no iba a ser una excepción. Pese a ello, Ryanair ha confirmado que se mantendrán los dos aparatos con base permanente en Lavacolla.
¿Cómo será la programación de invierno de Ryanair en Santiago?
La temporada de invierno que Ryanair ha diseñado para su base en el aeropuerto de Santiago implica un recorte de capacidad del 33,8% en relación a la previsión inicial que la aerolínea pretendía comercializar. Así las cosas, la low cost había diseñado una programación que contemplaba 15 destinos directos con 58 salidas por semana pero debido a la caída generalizada de la demanda por la pandemia del Covid19, Ryanair ha ajustado ésta programación y ofrecerá solo 12 destinos y con un total de 38 salidas semanales.
Esta próxima temporada de invierno, Ryanair no operará las rutas directas con Malta – que si operó el invierno pasado -, así como tampoco volará a destinos que estrenó este verano y que si tenía previsto ofrecer en invierno como Roma o Zaragoza. Las restricciones de viaje a lo largo y ancho de Europa y la llegada de la temida segunda ola a España han sido los principales motivos de los ajustes.
En el panorama nacional, la low cost mantiene su oferta con vuelos directos a Alicante, Barcelona, Gran Canaria, Lanzarote, Madrid, Málaga, Palma de Mallorca, Sevilla, Tenerife Sur y Valencia. Por su parte, en el contexto internacional, Ryanair volará desde el aeropuerto de Santiago a únicamente dos destinos como son Londres Stansted y Milán Bergamo.
Cada semana, Ryanair despegará desde el aeropuerto de Santiago hasta 38 veces para ofrecer vuelos directos con 12 destinos, de los que el mercado doméstico gana el pulso frente al internacional con un resultado de 10 contra 2. La demanda doméstica es lo que está “salvando” a las aerolíneas que ofrecen vuelos nacionales y en este caso Ryanair tiene su musculatura en Santiago precisamente en ese segmento. Pese a todo, reduce drásticamente la operativa en la ruta con Madrid que cae de los habituales trece vuelos por semana a tan solo cuatro.
Para una mayor y mejor comprensión de cómo será la programación de la aerolínea este próximo invierno – sujeto a futuras modificaciones -, el siguiente gráfico recoge los datos básicos de dicha programación. En él se puede observar el destino directo, sus frecuencias semanales así como la diferencia – positiva o negativa – en relación a invierno anterior. En los casos de las rutas a las Islas Canarias, aclarar que éstas rutas el año pasado únicamente operaron hasta el 6 de enero por lo que desde dicha fecha comenzarían a sumar en comparación al mismo periodo del año anterior.
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