Don Jose Antonio Vázquez Taín, juez de instrucción del Juzgado nº2 de Santiago de Compostela decretaba este fin de semana el archivo definitivo contra los controladores aéreos por “no ser los hechos denunciados, constitutivos de delito”. Con esa rotundidad decretaba el cierre de la causa abierta contra los controladores por el cierre del espacio aéreo español en Diciembre de 2010.
Tal y como siempre han defendido los controladores aéreos, nunca se ausentaron de sus puestos de trabajo ni cerraron el espacio aéreo si no que fue una decisión esta última del propio gestor aeroportuario. Ahora es el auto del juez Vázquez Taín quien da la razón a los controladores, al igual que ya hicieron casi una veintena de juzgados de toda España, y culpa precisamente al gestor aeroportuario AENA-AEROPUERTOS de su pésima gestión y la declara culpable de los daños ocasionados.
A continuación analizaremos las partes más significativas de dicho auto judicial en el que el magistrado recalca en en diversas ocasiones la inocencia de los profesionales que velan por la seguridad aérea. En un primer momento, Vázquez Taín ya deja patente que los controladores “no habían pactado abandonar masivamente los puestos de trabajo, ni tenían un plan para cerrar el espacio aéreo. No habían pactado abandonar sus puestos de trabajo de forma organizada y masiva…“, algo que contradice rotundamente la versión pública del gestor aeroportuario español así como los responsables políticos de aquel entonces, el señor José Blanco – Ministro de Fomento – y el señor Alfredo Pérez Rubalcaba – Ministro del Interior – cuando ocurrieron estos hechos.
El auto continúa con una breve comparación del juez instructor, Vázquez Taín, en la que afirma que “ni el propio Maquiavelo en su magnífico El Príncipe, es capaz de imaginar un plan tan barroco para conseguir su fin“. Una frase muy significativa sobre la situación que tuvieron que vivir los propios controladores por parte de Aena-Aeropuertos en aquellas fechas. Añade también que lo único en lo que se pusieron de acuerdo los controladores fue en reclamar al gestor aeroportuario que se cumpliesen los estándares de seguridad aérea establecidos y que no podían mantenerse por estar pasándose de horas trabajadas.
Hasta ahí la parte más “normal” del auto de archivo del caso. Es a partir de aquí cuando se empieza a dejar patente la manipulación que llevó a cabo tanto la propia AENA-AEROPUERTOS como el Ministerio de Fomento. Comienza afirmando que “en ninguno de los momentos de mayor crisis, se ha detectado que los supuestos maquinadores intentaran dejar el aeropuerto sin controladores” para terminar el párrafo con una frase muy clarificadora de lo ocurrido como es “quedó claro que la empresa no deseaba garantizar el servicio sino ganar el pulso establecido”.
Añade también “falta de previsión de la empresa“, en este caso de Aena-Aeropuertos que además se demostró, sin sobra alguna de dudas, que el gestor aeroportuario incluía en sus cuadrantes diarios de trabajo a personal enfermo, ausentes, controladores con permiso, licencia o incluso incluir a un fallecido como personal de turno. Del mismo modo, el gestor aeroportuario denuncia sin rubor al delegado sindical por no estar en su puesto de trabajo mientras negociaba en Madrid el nuevo convenio.
El juez Vázquez Taín añade también que la decisión del cierre del espacio aéreo correspondió totalmente al gestor aeroportuario ya que “no se cerró por falta de controladores sino por una decisión unilateral de Aena, que impone el rate cero, pese a que cuenta con varios aeropuertos a pleno funcionamiento y otros que podrían funcionar en servicios mínimos“. Con esa frase se vuelve a demostrar una vez más que no fueron los controladores aéreos sino el Ministerio de Fomento y el gestor Aena-Aeropuertos los que de forma totalmente interesada causaron el cierre del espacio aéreo. Así las cosas, Taín continúa diciendo que “se ha acreditado, sin ningún tipo de dudas, de dónde salió la órden, cómo se comunicó, que se buscaba con ella e incluso las valoraciones internas de Aena”.
El magistrado Jose Antonio Vázquez Taín afirma también en el auto que “no es atribuíble ni directa, ni indirectamente a los imputados, y se produjo como fruto de una decisión adoptada unilateralmente por quien tenía competencia para ello“, es decir, una decisión directa del Ministerio de Fomento a través de Aena-Aeropuertos. Del mismo modo, continúa diciendo que “los controladores se limitaron a cumplir una norma que fijaba el número máximo de horas, quedando demostrado que habían superado dicho límite”.
Con todas estas conclusiones y una vez absueltos los controladores aéreos y demostrada la culpabilidad del gestor AENA-AEROPUERTOS, añade que “queda claro que la sentencia invocada a Marco Antonio Enríquez Martínez e incluso la sanción impuesta a Manuel Prol Viña, están basadas en hechos irreales, ya la prueba obrante en este procedimiento las contradicen frontalmente“.
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